Uno de los primeros investigadores del lenguaje corporal o comunicación no verbal, fue Ray Birdwhistell, quién no fue tomado muy enserio cuando en 1952, divulgó sus primeros hallazgos en su ópera prima “Introducción a la Kinésica”
Ya para 1970, sentó las bases del lenguaje corporal tal y como lo conocemos hoy, en su libro “Kinésica y Contexto”
Birdwhistell fue el pionero, pero quién se encargó de darle “fama mundial” al lenguaje corporal fue Albert Mehrabian, quién en 1967 publicó una investigación donde exponía científicamente que la comunicación no verbal era responsable ni más ni menos que del 93% de nuestras interacciones diarias… lo cual, según el propio Mehrabian, es un mito producto de una malinterpretación de sus resultados.
Entre los dos libros más populares que reflejan estos datos, están el famosísimo “El lenguaje del cuerpo” de Allan Pease, y “El Poder de la Imagen Pública” de Víctor Gordoa. Aclaro, no es que la investigación de Albert Mehrabian sea incorrecta… Es que los resultados fueron apartados de su contexto metodológico y puestos como “un valor absoluto”, inmutable y dogmático.
Antes de definir el “verdadero” peso que tiene la comunicación no verbal en la comunicación, es necesario clasificarla correctamente. Si nos referimos al siguiente diagrama:
Ésta es la clasificación “Oficial” que en antropología se le da a la comunicación no verbal (CNV).
En realidad, deberíamos llamarla Zoosemiótica, puesto que ésta es la ciencia que estudia, literalmente, todas las señales que usamos animales y humanos para comunicarnos, inclusive entre especies.
El llamado “lenguaje corporal”, (Que es el término que más “fama” ha acumulado) sería la kinésica, una de las ramas de la CNV junto con el paralenguaje (el estudio de la voz humana y sus matices en la comunicación), y la proxémica (las distancias a las cuales interactuamos entre nosotros).
Si nos apegamos al rigor científico, las feromonas también serían parte de la comunicación no verbal. Su estudio no es ni remotamente tan difundido como los otros, porque requiere equipos especializados para su detección, ya que hemos perdido gran parte de nuestra capacidad olfativa en pro de un sistema perceptivo más desarrollado en los demás sentidos.
Mas recientemente. las investigaciones de Paul Ekman, concluyó que las expresiones faciales merecerían un sitial aparte en esta clasificación. Las microexpresiones, las macroexpresiones y las expresiones sutiles de nuestras emociones a través de los músculos del rostro tienen en el Facial Action Coding System (FACS).
Las palabras y los gestos son polisémicos, entonces son terriblemente inexactos para comunicarnos. Debemos asumir que la comunicación verbal y no verbal son parte de un mismo sistema.
Si me preguntaran a mí, ¿Cuál es entonces el porcentaje definitivo entre la comunicación verbal y no verbal? La respuesta seria, ambos son el 100%.
Este delicado equilibrio lo veremos plasmado perfectamente en la Persuasión, que no puede existir fuera de las palabras, las ideas, los gestos, las expresiones faciales, nuestra imagen, voz y un montón de factores más.